Por José Manuel Torres Ponce

La Virgen del Amor es una dolorosa que entronca con los postulados artísticos defendidos por la escuela sevillana desde los albores de su creación y, más concretamente, con los desarrollados por el archidonés Juan de Astorga (1779-1849). Se trata de una obra del sevillano Antonio Joaquín Dubé de Luque bendecida el 8 de marzo de 1981 y que vino a sustituir una imagen anterior de Nicolás Prados López.

La presencia de la Virgen dentro de nuestras hermandades viene justificada por su carácter complementario a la narración principal. De esta forma podríamos afirmar que al igual que Cristo vive la Passio Domini; su Madre –de forma paralela- vive la Compassio Mariae, es decir, los dolores soportados por María como espectadora de la Pasión. Se trata de una idea forjada desde antiguo en el imaginario cristiano y que se afianzó a partir de los siglos medievales. Así la propia Santa Brígida en sus Revelaciones afirma que la Virgen le dijo “Su dolor era mi dolor…su corazón era mi corazón”. Por consiguiente a través de la Mater Dolorosa podemos revivir la Pasión, Muerte y Resurrección del Hijo.

La fama de la que gozó la advocación del Amor desde su promulgación y defensa por parte del Jesuita Ramón G. Leal sería, probablemente, uno de los motivos por los que la Hermandad decidió, en 1922, sustituir el nombre de su imagen mariana, conocida hasta el momento como María Santísima de los Dolores, por el de Amor.

La Virgen del Amor responde a la tipología de imágenes denominadas de vestir o de candelero. En otras palabras, se trata de una talla que cuenta con una estructura interna de madera que simula la forma del busto, el tronco, el estrangulamiento de la cintura y una devanadera de forma troncocónica y ovalada que hace las veces de soporte de la saya. A este soporte se acoplan las manos y la cabeza como únicas partes talladas de la imagen. Realizada en madera policromada, con una altura total de 1.67m, nos encontramos ante una de las creaciones más bellas dentro de la amplia hornacina de Dubé de Luque. De joven rostro y dulce mirada de largas cejas presenta un semblante ensimismado con un entrecejo y un hoyuelo muy marcado. Todo ello revela dolor contenido cuya resignación aflora a través de la inclinación de la cabeza hacia adelante, las lágrimas –de cristal superpuesto-, unos ojos almendrados entreabiertos y el perfil de los labios. Las manos han sido talladas potenciando la dulzura y la juventud propia del rostro dando lugar a unas extremidades de pequeño tamaño con falanges recias y cortas. El prototipo de mujer frágil, sentimental o delicada queda potenciado al estar la imagen policromada a partir de unos tonos claros y sonrosados en los pómulos.

María Santísima del Amor aparece ataviada con todos los atributos propios con los que cuenta la Virgen. De esto modo la vemos con saya, manto y corona –atributos propios de su condición de Reina-, puñales –por el carácter de dolorosa-, así como rosarios, broches y pañuelos.

Autor de la Imagen

La imagen salió de las gubias de Antonio Joaquín Dubé de Luque entre los años 1980 y 1981 entroncando con los gustos estéticos de la escuela hispalense. La de María Santísima del Amor está catalogada por todos los estudiosos de la imaginería como una de las Vírgenes más dulces por su belleza y serenidad.

En su capilla

María Santísima del Amor recibe culto en la Parroquia del Apóstol Santiago, concretamente a los pies del Cristo en la segunda capilla de la nave del evangelio.

El detalle

Entre el amplio ajuar con el que cuenta la Venerada Imagen de Nuestra Señora del Amor, obtenido con el esfuerzo de la Cofradía y el cariño y la devoción de muchas personas, destaca una cruz pectoral realizada en carey con remates de plata, obtenido de los restos de la antigua cruz que portaba Nuestro Padre Jesús Nazareno “El Rico” y que fue destruida a principios del siglo XX. Con lo que se pudo salvar, se realizó esta joya que ahora luce María Santísima como una reliquia del pasado de nuestra Corporación.

En el recuerdo

En el recuerdo quedan dos de los grandes acontecimientos que hemos vivido recientemente vinculados con nuestra imagen mariana. El primero de ellos fue la conmemoración del 25 aniversario de la bendición de la imagen que tuvo lugar en 2006 y para tal ocasión la Virgen apareció en el retablo mayor ataviada con su manto y corona de procesión. El otro acontecimiento tuvo lugar en la mañana del Miércoles Santo de 2014 cuando María Santísima del Amor acudió, en su trono procesional, a la Plaza de la Merced para recibir la Medalla de Oro de la Policía Nacional.

Oración a María Santísima del Amor

Dios te salve, María,

Rosa temprana,

llena eres de gracia,

gracia de Dios.

Bendita Tú eres,

porque alimentas mi fe cristiana,

y Bendito tu Hijo Jesús El Rico,

que por salvarnos fue Redención.

Dios te salve, Estrella de la mañana,

Tú iluminas la noche del pecador.

Amor y Lucero, Faro, Guía, Luz de Santiago,

escucha este canto,

canto que sale del corazón.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros,

y a la hora de nuestra muerte,

no nos falte Señora, Virgen del AMOR,

y muéstranos tu bendición.

Contáctanos

Envíanos tu email

Not readable? Change text. captcha txt